Como encender una barbacoa
Es muy fácil, le hecho una «pastillita», carbón encima, lo extiendo y listo. Cierto, así se enciende una barbacoa, pero algo muy diferente es encender una barbacoa correctamente para hacer un buen asado.
Elementos básico: el carbón
Lo que tenemos que conseguir son unas brasas de calidad, por lo que el combustible es parte fundamental del proceso de una barbacoa. El carbón de encina es uno de los mejores y merece la pena pagar algún euro de más por utilizar este carbón. De lo qué si tenemos que huir es de los carbones que vende en una especie de «pelotas» compactas. Este carbón suele ser de muy mala calidad.
Como lo encendemos
Lo que mejor arde son las piñas de pino secas. Es el mejor combustible para iniciar una barbacoa. Si no tienes piñas, puedes utilizar unas hojas de periódico o papel de cocina para encender una barbacoa. Impregna con aceite de girasol una de ellas y haz una pelota apretada, luego pones un par de hojas más a su alrededor y tendrás una llama que puede durar 7-8 minutos fácilmente. Coloca unas astillas de madera a su alrededor y algunos trozos de carbón. Prende el combustible y ve añadiendo el carbón a medida que el fuego coge fuerza. Existen encendedores de barbacoas que son muy prácticos y cómodos, estos encendedores te permitirán tener las brasas listas en muy poco tiempo.
Lo que no puedes utilizar nunca son las típicas pastillas blancas de encendido. Contienen derivados del petroleo y pueden influir en el sabor y aroma de los alimentos que luego cocinarás.
El objetivo: las brasas blancas
Por supuesto, no se puede comenzar a cocinar mientras exista algo de llama o haya trozos de carbón aún negros. Sabremos que las brasas están perfectas cuando estén cubierta de una fina capa de ceniza blanquecina. Es el momento de extenderlas y dejarlas unos minutos que «reposen».
Carnes en su punto, no calcinadas
El tiempo de espera para que las brasas estén en su punto es el principal secreto para no sacar las carnes calcinadas por fuera y medio hechas por dentro. Además de ser poco apetitoso, no es nada saludable. Es fundamental haber conseguido el objetivo de las brasas blancas.
La altura correcta de la parrilla
La mejor herramienta es tu mano. Colócala la palma abierta a unos 15 centímetros de las brasas. Tienes que aguantar 7 segundos sin sentir que te quemas. En ese punto, es en el que puedes cocinar las carnes más gruesas. Si necesitas fuego fuerte para carnes finas o pescado, deberás colocar la mano y esperar 4 segundos. Ese será el punto para este tipo de asados.
El orden correcto en los asados
Influye y mucho. Hay comidas que necesitan unas brasas más fuertes como las que obtenemos en los primeros minutos y además hay ciertos alimentos que suelen soltar grasas que avivan aún más el calor de la barbacoa.
Podemos comenzar con los embutidos y los alimentos más grasos (chorizos, chistorras, panceta…). Suelen hacerse muy rápido y necesitan un calor más vivo. Después, mientras los comensales disfrutan de estos entrantes, podemos cocinar las piezas de cerdo y pollo e ir preparando las piezas más grandes o las que tienen hueso.
El género, principal secreto
Si hay algo que tiene asar en la barbacoa, es que la parrilla no ayuda a esconder nada, al contrario, se encarga de potenciar los sabores: tanto los buenos como los malos. Es por este motivo que la calidad del género ha de ser algo fundamental para seguir en la línea de la barbacoa perfecta..